14 jul 2009

Es oficial: odio manejar

Recuerdo cuando me entregaron mi coche. Me pasaba por la cabeza la idea de llenar el tanque para perderme en la ciudad. Ir a lugares que no conocía. Moría por que llegara el fin de semana para tomar carretera y disfrutar el placer de manejar. Hoy, no entiendo cómo un trayecto de 11 kilómetros me quita una hora de mi vida. Manejar en el tráfico es una forma de autosecuestro. Hay muy pocas cosas que puedes hacer para entretenerte; además, si te descuidas demasiado jugando con el teléfono o con un DVD player, corres el riesgo de que los que están a tu alrededor te maten por no moverte un centímetro. Y eso de la muerte es literal. Cuando dos ánimos caldeados se envalentonan el resultado, en la mayoría de los casos, termina en una golpiza que además, ¡detiene la circulación!
Ayer salí a comer a McDonald's. El tiempo que hay que hacer desde la oficina al automac es de sólo 8 minutos. Bueno, al salir y dar la primera vuelta, una veinteañera me echó su camioneta sólo porque sintió que al tomar la vuelta antes que ella le robé el lugar que por alguna misteriosa razón pensó que le pertenecía. Bastó con voltear a verla con extrañeza mientras sus ojos regresaban a sus cuencas consecuencia de la furia que la poseyó. Seguí manejando. Tomé la lateral de la autopista, en una parte donde se incorporan autos en el carril de alta velocidad. A una distancia no mayor a 80 m, noté que un auto se acercaba para incorporarse, pero se movió tan despacio que jamás pensé que se incorporaría. No pude frenar, así que lo esquivé con un pitazo de claxon. Era un viejito en un Mercedez Benz, que aceleró para alcanzarme. Encendía sus luces y pitaba mentadas de madre. Me molesté. Bajé la velocidad, como si quisiera provocar que chocara con mi cofre. Lo veía desde el retrovisor y me aplaudía. Entendí que quería jugar a molestar, bajé más la velocidad y me frene de golpe. Yo no tenía visibilidad para ver que detrás de él venía un camión a buena vel ocidad para listo para entrar a la autopista. Sólo ví por el retrovisor que frenó de golpe y sonó el claxon del camión. El viejito alcanzó a moverse y el camión le pasó a unos 10 o 15 cm. Él ya no pudo incorporarse a la autopista y yo tuve que dar toda la vuelta al centro comercial para tomar de nuevo la entrada del automac. Me quedé pensando ¿qué hubiera pasado si el camión alcanza al tipo? Yo arranqué a tiempo, no creo que me hubieran alzancado pero el tipo hubiera recibido un muy buen golpe. Luego pensé en todo lo que yo he pasado desde el accidente y me sentí muy mal. Entendí porqué volvió aquél tipo a matar a sangre fría a un trabajador por bloquear un carril del periférico. Entendí por que la gente se baja del coche y literalmente se juega la vida enfrentando a alguien más por 30 o 40 cm.
Odio manejar. Si a lo anterior le sumamos que además a millones de abusivos pendejos les valen madre las reglas mínimas de vialidad, sólo sé que odio manejar. Pero tengo que hacerlo. Estoy confinado a esperar a recorrer la ciudad en horas más fluidas, en las que la gente no esté tan susceptible. O idiota.

5 comentarios:

chemapunk dijo...

yo por eso no tengo carro y eso que vivo en tampico, prefiero el transporte publico, aunque esos weyes tambien estan locos para manejar

Xairo K. dijo...

Los niveles de estrés al volante en esta cuidad que a ratos desprecio, son tremendos... Más cuando uno es un conductor y no un operador de automóvil, pues hay diferencia en saber cómo es que funciona la máquina y otra muy diferente el saber conducir.

Yo a la fecha ni siquiera se me antoja mi licencia, mientras viva en la capital no pretendo utilizar algo que no sea transporte o un ride de algún colega... Sencillamente por que al manejar me vuelvo una persona horrible...

Cheers, M.J.

Julio César dijo...

Peor es salir a manejar con 40 grados en la ciudad y no tener clima :(

dianarl dijo...

eso pasa en las ciudades grandes donde todo mundo anda con el tiempo contado y a la defensiva ami si me gusta manejar pero aca no por que me pongo de malas por gente como la que te toco ayer ...

Besitos y abrazos Jerry!

Anónimo dijo...

Pues aunque también vivo en una ciudad mas o menos grande, afortunadamente todavía no me hago 60 minutos para 11 km, aunuque sí, acepto que a veces odio manejar...sobretodo porque aún no lo hago tan bien, todavía me acompaña mi papá y jamás he hecho un viaje yo sola...y aunque el tener coche y manejar, es una necesidad, empiezo a ponerme histérica ante tipos machistas que me silban y luego gritan "tenia que ser vieja" bah...eso es lo peor...