26 jun 2008

Felicidades a tí (si aplica, claro)

Hace apenas un momento me enteré de que el pasado día 14 de junio fue el día Internacional de los Webloggers, esas personas como tú y como yo que tienen a bien intercambiar ideas a través de la red. Todo tipo de ideas. Desde clubes de fans de RBD hasta jóvenes en Chile que proponen y cuestionan nuevas vías para su reforma educativa y pensadores independientes que critican la situación política de su país. Lo curioso aquí es que, en lugar de encarcelar a Kenny (la de los eléctricos) por tener un blog tan feo (es mi opinión, no 'crean que los quiero cotorrear') hoy día hay muchas personas que terminan en el tambo por expresar sus ideas. La Universidad de Washington publica un reporte anual sobre este tipo de casos. En el de este año, confirma que desde 2003, se tienen documentados 64 casos de personas que han sido arrestadas por expresar sus ideas en un blog. Otro dato que me sorprendió es el que dice que la cifra promedio anual se incrementó por tres de 2006 a 2007. H-u-e-v-o-s-! El documento destaca represión en lugares como China, Pakistán y EU como los lugares donde hay mayor vigilancia y control sobre lo que se publica en la red.

Hoy, a casi dos semanas del día internacional del Weblogger, celebro que existan personas dispuestas a decir lo que piensan defendiendo la verdadera naturaleza de la comunicación, no importa si es desde el ruckerísimo blog de Kenny ('no tengan miedo, enamórense') o el de Josh Wolf, encarcelado a pesar de las garantías que profesa la 1a. enmienda de la Constitución de EU.






9 jun 2008

Ya están aquí!

Lo sabía! lo sabía! Están entre nosotros y el domingo capturé esta imagen para comprobarlo. Vaya nivel de camuflaje, por un momento pensé que sólo era un vocho pinche, pero el reflejo de la luz sobre la puerta me hizo caer en el error ¡es un dececticons! Y estaba tan sólo ¡a cinco cuadras de mi casa!
Se imaginan uno de sus ataques con esa salpicadura oxidada? Debe ser letal! Si ven por ahí otro transformer de la vida real, avísenme y subimos la foto.



6 jun 2008

Uno más

Terminamos un exitoso cierre editorial más. No todos los meses es así, creo que por eso me siento particularmente orgulloso de éste. Fue atropellado, nostálgico, triste, ríspido, tenso, molesto y gracioso. ¡Fue un cierre en toda la extensión de la palabra! Algunas veces quisiera compartir todas estas emociones y sentimientos con personas que ni siquiera se los imaginan. No estoy seguro de su reacción pero, con toda certeza puedo afirmar que al menos se sorprenderían de la pasión con hablo de mi trabajo. Lo cierto es que no es gratuito. Cuesta mucho. Todos los días son una llamada a ser más responsable, ordenado y disciplinado. Es un reto: vencerte a ti mismo y dejar las cosas que te gustan, por las que tienes que hacer. Sí, es muy complicado, pero la recompensa es el Ave Fénix que emerge cada día 22 del mes en los puestos de periódico (locales cerrados y voceadores... en las casetas de peaje, pues). Y la mejor manera de cuidarlo es, justamente, aceptándolo. Fue por este mentado cierre que tuve la descortesía de dejar el blog dos días (la buena noticia es que me extrañé) pero ya estoy de regreso.


Oye!, ya sabes quién: La oportunidad de ver nacer al Ave Fénix cada mes está en tus manos. No la eches a perder. Eres bueno, arriésgate a vencerte, huevón.


¡No más mensajes secretos! Feliz fin de semana y un abrazo con doble palmada en la espalda (ya saben, el típico de trabajadores de edificio corporativo que tiene elevadores que huelen a pinol) para Andy Pooh y su reciente promoción. Ahora está al 2x1.

3 jun 2008

Champagne!


Semillas que forman uvas.
Uvas que se convierten en vino.
Vino, que en una segunda fermentación produce burbujas.
Burbujas que forman coronas, tan hermosas, sólidas y costosas como las que viste un Rey.
Champaña, que sólo un Rey puede pagar.
¿Qué es lo que hace de esta bebida un elixir tan codiciado? Es el capricho de la naturaleza y su exigente método de fabricación, o es nuestro gusto por coronar momentos inolvidables y recordarlos con el dulce sonido de las flautas como marco. ¿Será que el momento especial hace de cualquier vino espumoso el más valioso del mundo? Hace un par de semanas, un semiseco de 60 pesos me sirvió para hacer un brindis que nunca voy a olvidar. Eso no quita que, tal vez, algún día me regale el gusto de llenarme la boca con las burbujas más finas que una botella del Monje Perignon, pueda dar. Y de paso, voy a recordar este momento.


Comenzar desde cero

Vaya día para empezar de cero: el plazo que mi sentido común reservó en espera de una señal terminó. Debo reconocer que sentí feo. Dos días antes del fin del plazo, no quería ni ver el viejo bló. El sábado, preferí ir a desayunar pancita que entrar para saber si de pura casualidad había algo. Nada, pura nostalgia. Como diría Maná "sólo olía a tristeza" je je je... Llegó el domingo. Desperté contento porque por fin tuve tiempo de leer mi Endangered Species de un jalón y sin gastar papel sanitario. Salí a comprar cosas y se pasó la mañana. A la una, comida especial de cumpleaños del primo 'tornillos'. El menú: pizzas (margarita, pesto, huitlacoche y la mundialmente desconocida 'cochinada' que tiene los ingredientes que sobraron de todas las anteriores). Llegue a casa (luego de dormirme en la final del torneo local... felicidades Santos Laguneeee) y vi que tengo muchas cosas por leer. Me dio hueva prender la computadora. Sin darme cuenta, dieron las 12:00 (hora en la cual, con todo drama y bajo tonos de luz, me imaginé frente al blitz por última vez). Entré con un nudo en la garganta y... no se podía postear. Me reí. Mucho. Era una coincidencia. Un mensaje. Justo lo que estaba esperando: una señal. En la ventana, el vecino borracho discutía. Nada nuevo. Noté en el menú de cablevisión la hora, 1:40 am. Sí, dije que sólo iba a ver La Jugada para el resumen del partido, pero esa Paola 'Milagros' Espinosa tiene una vida muy interesante. Sin mucho sueño cerré los ojos como a eso de las 2:10 am.






dormir...
dormir...
dormir...
ruido...
dormir...
dormir...
gritos...
dormir...
dormir...
ruido...
dormir...
ambulancias...
dormir...
bomberos...
dor... ¡bomberos!




¡¡¡MIERDA, BOMBEROS!!!





Y patrullas, paramédicos. El departamento del vecino borracho estaba en llamas. Humo por todos lados, pánico. Desperté a mi madre y salí a alertar al resto de los vecinos que no se habían percatado. Regresé a sacar mi portafolio de papeles importantes, las llaves del coche, eché a Cèline por la ventana de la zotehuela y me salí. Más allá de crisis de pánico, nada más sucedió. Cuando me dí cuenta que el fuego estaba casi controlado (y sin ayuda de Cicloferón) ví que mis vecinos (y vecinas... una con pijamita de short, ahhhhh!) estaban en pijama. Llegaron los servicios de noticias, más bomberos y policías, cerraron el tráfico, volaron helicópteros y en menos de una hora todo había terminado. No hubo víctimas, pero no quedó nada del departamento.
Salió el sol. Ya habían pasado dos horas y media desde que salí por primera vez del departamento. Sonó la alarma del cel (7:00), me bañé y salí rumbo a la oficina. Todo olía a humo y el aire aún estaba lleno de ceniza.
Lo bueno fue que todo se compuso: tuve un día productivo en la oficina y estrené mi espacio en Paiki.

Imágenes del post-siniestro: