18 dic 2009

Treinta y tres

Nunca tuve un inicio de cumpleaños tan vertiginoso como éste. Quiero suponer que a diferencia de cualquier otro que he celebrado éste tenía que ser muy especial. Vaya que lo fue. El asunto con mis cumpleaños es que se convirtieron en una cuestión deprimente porque siempre 'compitieron' con algún otro suceso familiar, social o laboral.
Hoy, que todo es para mi, no sé cómo manejar tantas muestras de cariño. Diría que me siento abrumado pero, la verdad, es que me siento muy bien.

No sé que les hayan platicado de lo que viene después de que cumples 30. Alguna vez alguien me dijo que los 30 eran la punta de la montaña rusa de tu vida y, lo que viene después, es una accidentada caída libre. No sé como se ponga todo a partir de ahora. Lo que sé hoy es que parte de sobrevivir la caída es adaptarse. Aferrarse a las cosas, a las personas, incluso a la hueva o a la conformidad personal es un modo de renunciar a mostrar resistencia a la inevitable caída.

Hasta ahora mi cumpleaños va mejor de lo que jamás pude imaginar. Igual que mi vida.

4 dic 2009

Para que luego no digan




Dos invitaciones para fin de semana de buena vida.
salud