12 nov 2009

El clásico en 3D

Sólo porque alguien pregunta con insistencia, así se vio el clásico en el cine.


Para quienes preguntaron, tampoco la gente se agarró a madrazos, al menos no en Perisur.


En términos generales la experiencia es muy agradable. La transmisión comienza con más de 30 minutos de delay, que supongo sirven para garantizar la proyección contínua (gracias a que nuestras telecomunicaciones apestan. Gracias). La gente se emociona y participa tal como en el estadio, vendieron chela y los baños son mil veces mejores que el receptáculo de aluminio pegado a la pared con chorrito de agua intermitente. Además, ves el partido a nivel de cancha, con las ventajas y desventajas que eso representa. Hay emoción, diversión y el precio es accesible para todos los bolsillos. Creo que, de que la participación de la gente se incremente, este es el modo intermedio ideal para no ver el partido como cacto en tu casa y no gastar miles de pesos en ver al equipo en el estadio para que pierda.

Lo recomiendo ampliamente, al menos para ver una vez en la vida.


7 nov 2009

El post no. 100

Tengo mucho tiempo con un blog. Algunos mutaron, otros cerraron, pero lo cierto es que llevo poco más de cinco años dejando momentos y recuerdos en la red. Es por eso que dedicaré mi esfuerzo a partir del día uno del 2010 para estirar el sueldo de los 26.7 días que no pago impuestos al estúpido estado para visitar Alemania durante las fiestas del Oktoberfest 2010. Debo reconocer que se trata de un esfuerzo descomunal, dadas las condiciones de la situación económica mundial, pero creo que es algo que no puedo retrasar más.
Mi más profundo agradecimiento a quienes con paciencia siguen tomándose la molestia de leer lo que escribo y comentarlo. Sé quienes son y me siento orgulloso (porque los leo también) de contar con su aprecio.

Aquí un par de razones por las que no puedo esperar para que sea octubre:



3 nov 2009

Noche de Brujas



Este año cambié la megapeda de disfraces en la que por alguna razón terminas embarrado del que se pintó como payaso (aunque ni siquiera lo hayas saludado) por una tarde tranquila recorriendo la privada de casa de mi ahijado para pedir Halloween. La verdad me la pasé muy bien. No extrañé el alcohol y ¡me dieron dulces!